Procedimiento:

1. Coloca los elementos como tu creas conveniente para ritualizar, no hay orden para colocar los elementos. La vela tacita se enciende y pasarla sobre el ritual en dirección de las manecillas del reloj 3 o 7 veces, posteriormente pasas cada elemento por la vela tacita. Prender la lámpara marroquí, el incienso y tu velón pones unas gotas de esencia al velón y en tus palmas de las manos pones un poco de esencia y aceite, en el momento que tengas impregnado la esencia y el aceite coloca tus manos en forma de pirámide sobre la llama del velón y dices la siguiente oración:

«Señor, tú que eres el creador del cielo y de la tierra, en este momento con toda humildad me dirijo a ti para suplicarte escuches esta oración que te brindó desde mi corazón y con toda mi fe. Necesito en este momento de tu ayuda para bendecir este amuleto que representa la Mano de Fátima. Por el Poder de Dios padre, Dios Hijo y Dios espíritu Santo te ordeno que cualquier tipo de energía que no sea positiva abandone este amuleto que representa la Mano De Fátima. Malas energías retírense en este momento de este amuleto, toda aquella fuerza maligna y todas esas influencias e ilusiones de Satanás, de manera que cuando use este amuleto; yo goce de salud y me proteja de cualquier daño físico, mental o espiritual. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y por la Caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos, a los muertos y al mundo. Amén.»

2. El velón no es necesario que se consuma en su totalidad lo puedes encender junto con el incienso cada vez que creas necesitar protección.

3. La lámpara marroquí la prendes en las noches para que tengas un sueño relajante y sea el que ilumine tu camino cada día.

4. La esencia de la mano de Fátima y el aceite de protección todos los días ponertelo en la nuca y en la frente. El llavero lo colocas en las llaves de tu casa para protección, el dije lo colocaras en tu cuello para mayor protección para ti.

5. Todos los días realizar la oración:

«Yo soy invisible e invencible a todo peligro, Dios conmigo nada ni nadie en contra mía.»